sábado, 5 de mayo de 2012

como un niño con zapatos nuevos


¬-Mami Olivia me ha vuelto a decir delante de todos que siempre llevo los mismos zapatos…
Joder otra vez no pensó con una resignación que no era tal, que en realidad era cansancio, desesperación, miedo.
-bueno María, ya te he dicho muchas veces que no hagas caso de las tonterías de Olivia, que lo importante es ir al cole limpios y abrigados…
Miró la piel desgastada, estirada hasta el imposible, los deditos de su hija apretujados mañana cobro…de mañana no pasa…
Pero Roberto llevaba meses sin pasarle la pensión, desde que se le había acabado el paro, ese paro que les había llevado al abismo, a hacer insostenible la convivencia. Y en la guardería cada vez menos niños, menos trabajo. Desde las cinco de la tarde su aula se quedaba vacía. Sabía que la propuesta de reducción de horas o despido llegaría inevitablemente más pronto que tarde. Sortearon charcos y frío y por fin llegaron al portal. Carta en el buzón. Factura del agua….mierda…padre si es posible aparta de mí este cáliz…

-María cielo…lee un cuento mientras mamá llama por teléfono a la abuela ¿si?

Dio varios circunloquios, enredó trivialidades, respiró muy hondo antes de decir:

-Por cierto mamá…necesito que me prestes cuarenta euros…tengo que comprarle unos zapatos a la niña…