martes, 15 de febrero de 2011

elegía...segunda parte

Y mira si la vida fue generosa conmigo , que años más tarde me trajo a Lucía,  envuelta en un escenario y unas circunstancias en las que yo no habría soñado nunca encontrar ese tesoro, porque yo siempre fui muy escéptica respecto de la amistad que se puede hallar en el trabajo, y muy temerosa de las desastrosas consecuencias de la confianza mal otorgada. Además , Luci tenía , y tiene, diez años menos que yo , por lo que lo que yo no esperaba más que un café agradable en el office cada mañana.  Y descubrí que no sólo Lucía tenía más cabeza muchos treintañeros o cuarentañeros que conocía, sino que era uno de esos raros hallazgos de persona buena, vital, entusiasta, generosa, a pesar de los palos que se había llevado, porque existen muchas personas que, cuando ven esas cualidades en otro ,se sienten más inclinados a traicionarlas que a aprender de ellas. Y he aquí que empezó de nuevo el maravilloso proceso de construcción, de gustarnos mucho lo que veíamos la una en la otra, y luego, el consiguiente proceso de consolidación, de compartir muchos momentos, confidencias, alegrías , temores…Por eso, cuándo años más tarde una mañana me dijeron que estaba ella solita en un túnel muy largo y muy oscuro, maldije por primera vez en mi vida haber perdido la fe tantos años antes,  y enfermé muchos días de rabia y de impotencia, porque yo ya no sabía rezar, y no podía, nadie podía, meterme en el puto túnel y traerla de vuelta.
Así que un día decidí que lo que sí podía hacer era esperarla cuándo , caminando a tientas, encontrase la salida. Y todos los días, al llegar a casa del trabajo, encendía una vela muy grande en cuya base puse una foto suya, en la que, por cierto ,estaba preciosa. Y descubrí que con ello, había conjurado a la esperanza, y había logrado que ésta se instalara en mi casa, cuándo un día mi hijo, que entonces apena tenía dos añitos, y que, muy a mi pesar, siempre ha sido increíblemente permeable a mis emociones, dibujando un árbol de navidad, con sus correspondientes regalos, me dijo :” ves mami, éste regalo para papi, y éste para mami, éste para mí..” y dibujó un cuarto regalo “Y éste cielo?” “mami, éste es para Lucía” . Mi niña llegó para navidad, mucho antes, y consiguió la proeza no sólo de salir del túnel, sino de hacerlo mucho más humana y sabia que antes, que mira que era difícil.
Y bueno, esta elegía no estaría completa sin ella, la más fuerte y valiente de las mujeres de mi vida. Porque ella es pequeña, delgada , bella y aparentemente frágil…pero Ana es fuerte como un Jedi. Es mi psicoanalista particular, y lo hace genial. Sabe ver lo oculto de las personas y encontrar razones para sus acciones o sentimientos que ni ellos mismos logran identificar. Ella me ayuda a recuperar la fe en personas o situaciones cuándo estoy a punto de tirar la toalla y no consigo ver lo positivo de ellas. También me ayuda a recuperar el equilibrio cuándo lo pierdo, que es más o menos cada quince días. Y no me deja cejar nunca en el empeño de construir y ver como posible el futuro luminoso que deseo, me recuerda las razones por las que es importante no dejar de luchar, aunque sea difícil. Y lo mejor es que no lo hace porque sea fácil en los demás, es consecuente con aquello que enseña. No en vano, un día decidió que no quería seguir viviendo sin amor y se enfrentó ella solita al mundo, con todo su miedo y su dolor a cuestas, sin pedir siquiera ayuda o consejo, en pos de una vida mejor. Y lo consiguió. ..o en ello estamos…pero juntas.
Por todo esto, si hago un simple ejercicio de honestidad para conmigo misma, no estoy  orgullosa de ningún logro, y no es modestia (ojalá lo fuera), es la claridad de ver que todo logro hubiera sido rotundamente mejorable con suerte (un poco más), esfuerzo ( mucho más) y constancia (soy una inconstante crónica)….Pero sí estoy orgullosa de mis amigas, de todas ellas, de haber tenido la suerte (mucha) de haberlas encontrado e identificado en el mar de gente, de haber hecho el esfuerzo (poco, sale solo) de haber estado cuando la vida vino de frente y también cuando vino de culo, de que todas hayamos tenido la constancia de quedar cada cierto tiempo necesario, a cenar, a tomar unas copas, un café, aunque estemos reventadas, aunque los niños nos den malas noches, aunque el curro-casa- pareja-obligaciones nos dejen sin energía y con ganas sólo de estar tiradas en el sofá…Y sobre todo estoy orgullosa de que ellas hicieran el esfuerzo y tuvieran la constancia de mantenerme en sus vidas todos estos años. Porque yo, como los niños, doy muy malas noches.

5 comentarios:

  1. Que suerte tenéis, condenadas. Lo digo en plural, por las q no conozco, y por las q creo conocer. Pq estoy segura de q cada una de ellas están también orgullosas de conocerte. Me muero de envidia!! besiños desde el culo del mundo, tb llamado Bélgica (no creas a los q dicen q es la capital de Europa)
    Teresa

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  2. Es emocionante e intenso ,es impresionante saber como te ven los demas y como te ves tu.Me miro al espejo y no reconozco las cualidades que me atribuyes.Lo he leido y me he emocionado por todas y cada una de nosotras.Gracias.

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  3. Eso es porque las cualidades que yo veo no se ven en un espejo, tonta

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  4. ME EMOCIONÉ DE LEER Y SABER QUE HAY AMIGAS DE VERDAD! brindo por eso! Salud!

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