sábado, 14 de mayo de 2011

Cuando expulsé los sueños
para no traicionar la realidad
conocía su herida
el peso de la noche y su presencia
pero no calculaba su vacío
El vacío de un sueño
pesa como la risa de los cínicos
como los ojos débiles que miran a otro lado
como el soberbio de pureza fría,
que vive más allá de las tormentas.
Por eso convivo con mis sueños,
pero en habitaciones separadas

Luis García Montero



“Sin memoria no existe el escritor. El escritor tiene que vivir y tiene que vivir mucho, si lo que quiere es hablar del ser humano, tiene que conocer la vida, pero sobre todo tiene que conocer el dolor. No hace falta que sepa lo que es la felicidad. Es más importante el dolor. Es una mala madre la Literatura…pero es única”
                                                                                              Ana María Matute

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