martes, 12 de abril de 2011

más que mirarse (IX)- II

19 de Diciembre 1974

Me condujo hasta un 850 especial azul, con los asientos grises, impecable por fuera y poblado en su interior de un nutrido grupo de muñecos, dibujos…la huella inconfundible de sus niños- es un coche muy vivido, ya ves…- Por el camino me fue hablando de ellos, María, la mayor, tiene diez años, el segundo es Sergio, de ocho y la pequeña tiene sólo cuatro y se llama Lucía. Me ha contado que se casó muy joven, al quedarse embarazada su mujer y que se ha sacado la oposición trabajando de noche en las calderas del hospital y estudiando todo el día. Parece un hombre muy seguro de sí mismo, es serio y pausado, transmite una paz y una serenidad difíciles de describir, como si hubiese vivido todos los dolores y las alegrías terrenas y hubiese asumido la imposibilidad de hallar un sentido lógico a las cosas. Parecía contento de los compañeros que le habían tocado en suerte – habéis sido todos muy amables conmigo, invitándome a comer y hablándome con esa confianza…después de todo soy el nuevo…- Me ha contado que su anterior destino fue Ferrol, y que habían sido un par de años muy intensos…-viví muy de cerca las revueltas del 72 de la Bazán…muchos de los hijos de los sindicalistas eran alumnos míos…y en sus casas no estaban para alegrías sabes…a partir de la tarde del diez de Marzo la ciudad ya parecía una tumba, el ejército la había cerrado a cal y canto…hubo muchas detenciones…a Amor Deus lo conocía personalmente, solíamos jugar al ajedrez en el Círculo de Artesanos, y sentí un alivio inmenso cuándo me enteré de que había logrado pasar a la clandestinidad y andaba escondido en casas de camaradas…y bueno… tardaron dos meses en detenerlo y llevarle a prisión…no me quiero ni imaginar las que estará pasando…es un hombre muy inteligente, de eso te das cuenta sólo con su mirada, franca aunque un poco inquietante, la verdad…de todas formas, el germen está aquí, después de estas revueltas vendrán otras…
Es extraña la confianza y la serenidad con que me ha hablado, el hecho de que no se preocupase de que yo pudiese traicionarlas…el que me dijese todas esas cosas sin miedo…ahora pienso en lo poco común de esa intimidad que creamos en apenas unas horas….parece que él, como yo, tenía la sensación de conocerme desde mucho antes.
Ya llevábamos un rato dentro del coche, frente a mi casa, fumando y charlando, cuándo mire el reloj para darme cuenta de que eran casi las nueve, y le he dicho que se fuera, que estarían esperándole para cenar. Iba a cerrar la portezuela cuándo me ha mirado y con una sonrisa cómplice me ha soltado:
-Oye…no te han dicho nunca el asombroso parecido que tienes con Catherine Deneuve?

Me he reído con ganas….

-Sí, la verdad es que no eres original… me lo han dicho muchas veces…


24 de Diciembre de 1974

Escribo en la biblioteca de mi padre, que está a mi lado en la enorme mesa de cedro, ensimismado en sus sellos y sus álbumes. Parece ni darse cuenta de mi presencia…como siempre. Madre está atareada en la cocina preparando salsas, adobando carnes, horneando pastelillos para la cena. Vendrán Marisa y su marido con los niños y también Pedro, mi adorado hermanito pequeño al que  hace meses que no veo, desde que se ha ido a estudiar la carrera a Salamanca. Madre está feliz de tenernos a todos en casa y mi padre se ha quejado de que los niños lo ensuciarán todo y le ha dado instrucciones a ella de que bajo ningún concepto les deje entrar en la biblioteca. Esta mañana he ido a Barros a comprar regalos para todos. También he elegido para mi un abrigo blanco precioso, un foulard de seda y unas botas de piel altas fabulosas, de color beige. Para la cena estrenaré el vestido marrón de seda y  falda plisada y me recogeré el pelo con el  pasador de plata de mi madre. Otra vez tendré con mi padre la eterna discusión de la misa del gallo…He recibido carta-postal de Carol desde Buenos Aires, me cuenta que pasará la navidad con Carlos en Bariloche. Se la nota feliz…me dice que él ha empezado a colaborar en un proyecto de ayuda y alfabetización de barrios muy humildes, dónde trabaja codo con codo con alumnos suyos de la escuela de Bellas Artes, y que está muy ilusionado, aunque trabaja demasiado…cómo echo de menos a mi amiga del alma…
Muy a mi pesar, pienso todos los días en el nuevo, no puedo evitarlo. Revivo constantemente en mi cabeza todos los detalles de la conversación, el modo en que me miraba…nunca he conocido a ningún hombre ni remotamente parecido…y bien parecido….y bueno, sobre todo, nunca he intimado con ningún hombre casado, ni debo.
El que se ha puesto pesadísimo es Lucas con lo de que vaya con él al baile del 31 en el Sporting Club Casino. Ni loca deseo empezar el año rodeada de toda esa calaña de señoras enjoyadas hasta el apellido, niños de papá y estupidez generalizada. Lucas me dice que entonces lo pasamos dónde yo quiera, que lo único que le importa es estar conmigo. Y otra vez pesadísimo con lo de que su bufete ya arranca tímidamente y que por qué no pensamos en formalizar…Lo cierto es que en la cama me lo paso bien con él, que es buena persona y sé que me quiere mucho…pero lo de verme en la Colegiata ridículamente disfrazada de blanco, con su madre y la mía llorando emocionadas…me pone los pelos de punta. Y más todavía imaginarme el resto de mi vida a su lado, los sábados de gin tonics y rouge en el casino rodeada de señoras insulsas y bienpensantes, muerta de asco y aburrimiento…sería la forma más certera de enterrarme en vida. No podría respirar. Mi madre me llama. Voy a ayudarla en la cocina.


Me sobresaltó el pi pi del teléfono móvil. Estaba tan embebida de la Charo de 1974, que se me pasó la hora de comer…mensaje de Miguel…de Miguel????...dudé un momento antes de abrirlo…el corazón me iba a mil…de MI Miguel???...claro, es el único Miguel de mi agenda…Noté que la mano me temblaba, me sentía incapaz…Bueno Esther eres boba o qué…abre el puto mensaje…”feliz cumpleaños mi chica…no sabes cuánto te echo de menos…me dejarías invitarte a un café…por favor”


1 comentario:

  1. gracias a los abuelos de mi hijo por prestarme sus recuerdos, por recrear para mi Coruña en los 70...y a Tere por describirme tan poéticamente la mirada de Manuel Amor Deus

    ResponderEliminar